Cuando un producto o una marca tiene éxito en el mercado, en poco tiempo aparecen copias, normalmente de peor calidad y a un precio más bajo, que imitan totalmente al artículo o marca original, causando un perjuicio a la imagen tanto del producto en sí, como a la empresa que lo ha desarrollado.

Detección, localización y procedencia de las falsificaciones

El trabajo de los detectives privados en estos casos consiste, en primer lugar, en detectar que se está produciendo y distribuyendo esa falsificación y, una vez detectados los puntos de venta, seguir el rastro a través de los canales de distribución hasta llegar a los mayoristas y fabricantes de las falsificaciones.

Pruebas aptas para la presentación en un juzgado

Aunque, tanto las Leyes de Propiedad Industrial como la Ley de Propiedad Intelectual, protegen y amparan a los creadores y diseñadores de los productos, es necesaria, en muchos casos, la denuncia de que se está produciendo un plagio para poner fin a estas actividades que perjudican a la empresa. Para ello, nuestro equipo de detectives obtendrá las pruebas necesarias que podrán ser ratificadas en un proceso judicial.

Estas pruebas van, desde las evidencias videográficas de compras en los puntos finales de venta, hasta la averiguación de los canales de distribución y la producción inicial del producto falsificado.

Como detectives, nuestro campo de acción engloba las siguientes actividades:

- Plagio de patentes y marcas.

- Usurpación de patentes y marcas.

- Violación de patentes.

- Plagio de los procesos de producción.

- Violación de la normativa en materia de libre competencia y publicidad.

- Espionaje industrial.